Mucho he referido en columnas anteriores sobre el bajo perfil que tiene la gran mayoría de legisladores en el Congreso Estatal, tanta mediocridad es por demás ocioso referirla, sin embargo, llama la atención que como sucede en muchas otras actividades públicas, los legisladores predican mucho y practican poco. Y es que resulta irónico observar su actuar luego de que fuera expuesto en tribuna el audioescándalo del alcalde capitalino Eduardo Rivera por el Diputado Gerardo Mejía, en el cual se evidencia la estrategia electorera perfilada por la llamada nomenclatura de la derecha poblana bajo el discurso de “lealtad institucional a cambio de estabilidad laboral”. Este pronunciamiento que generó enconos entre los guardianes de la fe y las buenas costumbres, resulta por demás inverosímil ya que el hecho de que los legisladores denostaran la postura del diputado Mejía al señalar que se violento un acuerdo político de no intromisión de las elecciones federales, es muestra de la