“Agua para todos” parece que una frase sencilla pero en realidad no lo es. Es un reto de enormes proporciones si consideramos suposiciones cambiantes sobre el control humano del mundo natural que hoy replantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, concretamente en el Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad del agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Sí, tenemos hoy un derecho humano al agua, su calidad y su saneamiento, derecho humano consagrado en tratados y en nuestra carta magna, ahora replicado en nuestra constitución estatal en su artículo 12. Pero siendo honestos repetir derechos ya consagrados resulta absurdo e innecesario, máxime cuando la discusión pierde el foco ante la progresividad del derecho convirtiéndose sólo en bandera de posicionamiento mediático al centrarse el tema en la discusión superficial sobre la privatización de los servicios de agua potable y saneamiento, tema toral de la autonomía municipal, pero cuya a
El titulo "En Esto Creo" - toma su nombre de la obra de Carlos Fuentes, como una respuesta lúcida y combativa a las acuciantes interrogaciones de la vida contemporánea, a partir de opiniones y reflexiones sobre diversos temas.