FALTA DE EXPECTATIVAS

Han iniciado las campañas entorno a una crisis financiera que ha originado que muchos mexicanos se queden sin empleo, a esta penosas situación agreguemos la cuarentena sanitaria obligatoria originada por el virus N1H1 que ha dejado patente la poca inversión en investigación que como país tenemos y tendremos de aceptarse que materias como filosofía y ética queden excluidas del mapa curricular del sistema de educación media superior que agravará aún más la situación de nuestro país, al seguir formando generaciones sin ética, sin compromiso ciudadano pero sobre todo sin raciocinio intelectual.

Ante ello ¿Dónde está pues el compromiso de los políticos por fomentar una sociedad del conocimiento?, ¿dónde están las propuestas de los partidos políticos por invertir en investigación e impedir la fuga de cerebros al extranjero?, ¿dónde está el trabajo para generar capital social en México?, ¿dónde, dónde?… en el anecdotario nacional, en los libros, periódicos y blogs que los jóvenes ya no leerán, ahí está el bagaje cultural de la opinión crítica y propositiva que tanto hace falta en el medio político y en especial en el poblano.

Para nadie es una duda el hecho de que hasta hoy el arranque de las campañas es al fin y al cabo lo que se esperaba “mediocre” y con falta de propuestas claras, ajustadas a los vaivenes y ritmo que los partidos políticos y sus cúpulas desean imprimir a través del sensacionalismo de las encuestas. En donde el único dato certero carente de variables en el margen de error de las muestras que hasta hoy las diferentes casas encuestadoras no pueden negar, es la apatía con la que los mexicanos vemos esta elección, es la falta de participación que habrá en el proceso electoral del 5 de julio. El resultado más que evidente es el poco talento de los candidatos (por no decir el bajo perfil que tiene hoy en día los partidos en la entidad, si a eso podemos llamarles candidatos, que tanto se dan a desear y que tan poco saben del electorado); de la falta de propuestas claras de los partidos empeñados en creer que los mexicanos somos estúpidos – todos sabemos lo que hace falta pero nadie hace nada para cambiar las cosas, nadie aún da ese paso adelante que tanta falta hace por la carencia de compromisos serios con la sociedad, por la falta de políticos honestos y comprometidos consigo mismos.

Por su parte, ver las encuestas con claridad, es comprender que no se trata de números absolutos, sino de una banda de valores, en donde los parámetros dados a conocer por las diferentes casas encuestadoras dan un margen de diferencia muy corto entre los dos partidos punteros PRI y PAN, lo que no permite con toda seriedad asegurar que un partido lleve la delantera frente al otro o que su intención del voto (menos del 30%del electorado que estimo participara) es mayor que el del otro, por ello la encuestitis no es un factor real para la especulación y mucho menos para advertir si los encabezados de los rotativos son correctos o no. Esta situación debe obligar a los partidos a cambiar los enfoques, a esbozar nuevos paradigmas de campaña, a maximizar la utilización de medios electrónicos, pero sobre todo, a delinear propuestas viables, a signar con ética y honestidad compromisos con la sociedad para dejar de desilusionarnos con políticos que aduras penas saben leer y escribir y que mucho menos conocen de historia y civismo, y que para colmo de nuestro estado y nuestro país llegan en muchas ocasiones sólo a mal representarnos con su falta de preparación, sumada a la mediocridad de su ejercicio parlamentario como varios que dejan este año su curul en San Lázaro.
No esperamos grandes cosas, sólo honestidad.