Concluyo un proceso electoral insípido, patético y claramente predecible, del cual podemos sacar varias conclusiones para hacer un balance de nuestra endeble democracia: la primera de ellas, es la falta de credibilidad ciudadana en los partidos políticos por su falta de tacto y sensibilidad política, por su afán de mantener un status meramente mercantilista por encima del interés ciudadano, por hacer de la diatriba su principal mensaje de debate y por no aportar soluciones claras, reales y palpables para los ciudadanos, de ahí el repudio ciudadano que superó el 7% de votos nulos emitidos. Una segunda conclusión es a mi juicio, el déficit de cuadros políticos al interior de los partidos, lo cual se constata con el bajo perfil de candidatos, gente sin un verdadero potencial e intención de voto, gente sin preparación alguna sin carisma, sin compromiso y sin propuestas, que llevó como resultado una baja votación. Como tercera conclusión debemos resaltar el hartazgo ciudadano en las instituciones políticas como resultado de las dos anteriores, y finalmente señalar que, la democracia sigue siendo muy costosa para los pobres resultados que tenemos visto en la poca efectividad de la gestión pública en los tres niveles de gobierno.
A todo ello quien fue el gran perdedor en Puebla y estos resultados a dónde nos obligan llegar, sin duda tal y como lo mencionamos en otras ocasiones el gran perdedor nuevamente, tal y como en 2007, fue el Partido Acción Nacional, el cual podrá tener muchas y muy diversas excusas si es que capaz de reconocerlo, pero que a lo largo de la campaña sólo demostró imprudencia, ingenuidad, inexperiencia, soberbia y una falta clara de estrategia y preparación de sus campañas; los resultados evidencian que su estructura siempre fue acéfala debido a la ausencia de un liderazgo real en sus dirigencias, la mediocridad y candidez de su dirigente Rafael Micalco y su camarilla dirigida por el Diputado Eduardo Rivera clarifica una total crisis en su interior de suspirar a la gubernatura en el 2010, que de no cambiar esa vaga forma de intentar jugar a hacer política o seguir creyendo que son la panacea de la política panista en Puebla sólo hundirá más a este partido y seguirá siendo la conmovedora fuerza de oposición que hoy es en el estado.
Por lo que respecta al PRI, quien tuvo importantes resultados electorales, tiene el enorme reto de verdaderamente trabajar y legislar, de dejarse de discursos ambiguos y sin contenido, de dejar de seguir engañando a la gente y de cambiar su forma de hacer política, más trasparente, más plural y sobre todo más democrática hacia su interior.
Finalmente, la democracia no puede reducirse al sufragio, necesitamos de compromisos claros de nuestros gobernantes; darle un nuevo rostro a la política es urgente, un rostro humano, más competitivo, más participativo, capaz de cambiar actitudes, de acercar la política a las necesidades ciudadana, que vaya de la mano de un cambio de mentalidad generacional, pero sobre todo de nuevas actitudes en las formas de hacer política.
LO INTOLERANTE DE LA JORNADA. Es el hecho de que la denominada “ley seca” sirva sólo de fachada para que los agentes viales de la Dirección de Transito Estatal y Municipal cometan todo tipo de abusos y extorciones, este tipo de situaciones son las causantes del hartazgo ciudadano en el ejercicio del servicio público, que de seguir permitiéndose por parte de sus Directores, seguirá asimilando a esta corporación como la instancia burocrática más corrupta en la entidad poblana. Vaya fachada bajo la cual se ocultan los agentes viales para hacer de esta norma su agosto, navidad y día de reyes.
A todo ello quien fue el gran perdedor en Puebla y estos resultados a dónde nos obligan llegar, sin duda tal y como lo mencionamos en otras ocasiones el gran perdedor nuevamente, tal y como en 2007, fue el Partido Acción Nacional, el cual podrá tener muchas y muy diversas excusas si es que capaz de reconocerlo, pero que a lo largo de la campaña sólo demostró imprudencia, ingenuidad, inexperiencia, soberbia y una falta clara de estrategia y preparación de sus campañas; los resultados evidencian que su estructura siempre fue acéfala debido a la ausencia de un liderazgo real en sus dirigencias, la mediocridad y candidez de su dirigente Rafael Micalco y su camarilla dirigida por el Diputado Eduardo Rivera clarifica una total crisis en su interior de suspirar a la gubernatura en el 2010, que de no cambiar esa vaga forma de intentar jugar a hacer política o seguir creyendo que son la panacea de la política panista en Puebla sólo hundirá más a este partido y seguirá siendo la conmovedora fuerza de oposición que hoy es en el estado.
Por lo que respecta al PRI, quien tuvo importantes resultados electorales, tiene el enorme reto de verdaderamente trabajar y legislar, de dejarse de discursos ambiguos y sin contenido, de dejar de seguir engañando a la gente y de cambiar su forma de hacer política, más trasparente, más plural y sobre todo más democrática hacia su interior.
Finalmente, la democracia no puede reducirse al sufragio, necesitamos de compromisos claros de nuestros gobernantes; darle un nuevo rostro a la política es urgente, un rostro humano, más competitivo, más participativo, capaz de cambiar actitudes, de acercar la política a las necesidades ciudadana, que vaya de la mano de un cambio de mentalidad generacional, pero sobre todo de nuevas actitudes en las formas de hacer política.
LO INTOLERANTE DE LA JORNADA. Es el hecho de que la denominada “ley seca” sirva sólo de fachada para que los agentes viales de la Dirección de Transito Estatal y Municipal cometan todo tipo de abusos y extorciones, este tipo de situaciones son las causantes del hartazgo ciudadano en el ejercicio del servicio público, que de seguir permitiéndose por parte de sus Directores, seguirá asimilando a esta corporación como la instancia burocrática más corrupta en la entidad poblana. Vaya fachada bajo la cual se ocultan los agentes viales para hacer de esta norma su agosto, navidad y día de reyes.
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