México está pasando por la peor crisis de su historia y, para la mitad de los ciudadanos, es culpa del gobierno, para la otra mitad, es culpa de la crisis internacional. El secretario particular del presidente Felipe Calderón Hinojosa, Luis Felipe Bravo Mena, en días pasados afirmó que los gravámenes sugeridos en el paquete económico para el próximo año son necesarios para que los países crezcan y avancen, aunque no descartó alguna modificación al paquete económico para 2010, que prevé dos por ciento de impuesto al consumo generalizado para combatir la pobreza. Bravo Mena aseguró que la propuesta está hecha como un paquete razonado y fundado, además de que es un paquete responsable, serio, con muchas cosas positivas para recuperar a la mayor brevedad posible el crecimiento económico del país. Sin embargo, dejó claro que la propuesta está abierta a discusión. No obstante ello, los ciudadanos rechazamos cualquier tipo de nuevo impuesto, sobre todo en circunstancias de crisis y consideramos que “la crisis nos ha afectado, los precios de todo han subido, tenemos amenazado el empleo y lo que ganamos francamente no alcanza”, por tanto nuevos impuestos harán que nuestra economía se afecte más de lo que ya está. Considerando, según datos del centro de estudios del Colegio de Abogados de México, A.C. que, el camino que debiera tomar el gobierno federal debe ir orientado a reducir los gastos de la burocracia al tiempo de que los gobiernos estatales y municipales disminuyan la carga impositiva para los particulares. El mismo centro de estudios indica que en opinión de la ciudadanía – opinión que comparto - las medidas del gobierno federal deberían enfocarse en combatir la corrupción, la impunidad y el nepotismo que impera en todos los niveles de gobierno, en reducir considerablemente el presupuesto que se otorga a los partidos políticos, la reducción de prestaciones a servidores públicos, en suprimir el gasto de delegaciones federales que suman alrededor de 2,400 en toda la república y cuya actuación en muchas ocasiones duplica funciones que realizan dependencias estatales e incluso municipales, así como supervisar con lupa el gasto de los gobiernos estatales y municipales ya que en muchas ocasiones la discrecionalidad en su ejercicio no permite conocer su destino.
Hasta hoy el único argumento que justifica el aumento de los impuestos, en particular la contribución para el combate a la pobreza es evitar que, en medio de esta crisis, más mexicanos caigan en pobreza extrema, no ha sido un argumento completamente persuasivo, ya que un porcentaje importante de la población no tiene confianza en que efectivamente los recursos recaudados se orienten a dicho fin y por ello manifiesta su desacuerdo con la propuesta de seguir subsidiando a los más pobres en vez de generar empleos para que éstos cambien su condición paupérrima de vida. Tampoco cabe duda de que el Gobierno Federal a puesto el ejemplo con una política de austeridad y con eliminación de privilegios de la alta burocracia, dejando la responsabilidad en los partidos políticos de apretarse el cinturón y evitar así seguir costeando un régimen electoral sumamente oneroso para el país que no se refleja en la eficacia de una democracia más participativa, y que será a mi juicio uno de los principales temas de debate en el seno del congreso de la unión, al que habrá que estar pendientes.
En medio de la incertidumbre y la falta de confianza se negocia el presupuesto de egresos 2010, mismo en el que trataremos de profundizar en las próximas semanas.
Hasta hoy el único argumento que justifica el aumento de los impuestos, en particular la contribución para el combate a la pobreza es evitar que, en medio de esta crisis, más mexicanos caigan en pobreza extrema, no ha sido un argumento completamente persuasivo, ya que un porcentaje importante de la población no tiene confianza en que efectivamente los recursos recaudados se orienten a dicho fin y por ello manifiesta su desacuerdo con la propuesta de seguir subsidiando a los más pobres en vez de generar empleos para que éstos cambien su condición paupérrima de vida. Tampoco cabe duda de que el Gobierno Federal a puesto el ejemplo con una política de austeridad y con eliminación de privilegios de la alta burocracia, dejando la responsabilidad en los partidos políticos de apretarse el cinturón y evitar así seguir costeando un régimen electoral sumamente oneroso para el país que no se refleja en la eficacia de una democracia más participativa, y que será a mi juicio uno de los principales temas de debate en el seno del congreso de la unión, al que habrá que estar pendientes.
En medio de la incertidumbre y la falta de confianza se negocia el presupuesto de egresos 2010, mismo en el que trataremos de profundizar en las próximas semanas.
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