Ir al contenido principal

CUATRO AÑOS DE REINGENIERÍA EN LA BUAP.



No cabe duda que la figura de los rectores universitarios han tenido un peso importante en la política, no sólo local sino incluso nacional; dirigir y convocar a universitarios no es tarea fácil para nadie, los ha habido de izquierda como de derecha, así como desde aquellos que llevaron a la universidad a la desfachatez total hasta otros que buscaron y consolidaron su transformación, consolidando una visión de futuro para los universitarios. Es innegable también que, el sólo peso político y económico de una universidad pública como lo es la BUAP, abre los escaparates políticos para aquellos que aspiran ser más que simples gestores universitarios, tal es el caso de Enrique Agüera Ibáñez. Político quien no sólo ha transformado a una Universidad sino a todo el mundo universitario e incluso podríamos atrevernos a decir, a una sociedad poblana habida de nuevos liderazgos.

Aquel que llegará como un rector interino ha consolidado hoy por hoy su presencia e imagen con su reciente reelección al frente de la máxima casa de estudios en Puebla pese a grupúsculos disidentes de las facultades de matemáticas y filosofía; sus logros nada despreciables ubican a esta institución académica como una de las mejores del país, su ejemplo ha sido referencia en política de buna gestión ubicando a la Universidad como una institución plural, científica y con compromiso social; su estilo relajado y afable ubica al rector como un personaje carismático del medio político, el mismo que celebro con él el día de ayer su Cuarto Informe de labores en el soberbio Complejo Universitario – un informe lleno de color y algarabía, pues han sido cuatro años de logros hasta hoy inigualables.

No cabe duda que su acierto en la construcción de acuerdos y consensos con los universitarios le ha permitido dirigir la Institución académica alejada de la holganza, caminar por los pasillos de la rectoría o por cualquier edificio universitario, incluida la majestuosa obra arquitectónica del Complejo Universitario, reflejan que no ha sido fácil el camino y que la reingeniería universitaria impulsada por la visión de Enrique Agüera ha sido asumida con compromiso. Cuatro años de trabajo constante, de cabildeo en la obtención de más presupuesto, de certificar y acreditar a la Universidad permiten al rector ubicarse con un posible prospecto y real contendiente por la Alcaldía de Puebla, e incluso nos permite especular un proyecto de largo plazo orientado tal vez no para estas elecciones sino para otras futuras. Lo cierto es que el Rector ha jugado magistralmente bien en el complejo tablero de ajedrez de la clase política poblana, planeando escenarios y consolidando alianzas para en su caso, contender con un potencial electoral real, por algún puesto de elección popular en 2010, tal como lo demostró ayer al presentar su Cuarto Informe de Trabajo.

Enhorabuena.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La defraudación de los poblanos es sinónimo de impunidad

No es novedad saber que nuestro estado el fraude y la corrupción son de los problemas más serios que poseemos en cuanto a responsabilidad social empresarial ya que se ve a la prevención de estos fenómenos lesivos más como un costo que como una inversión a futuro por el bienestar de la población. Muchos son los casos de abuso de confianza y fraude que quedan impunes en nuestro país, la mayoría de los cuales se dan al margen de los sistemas financieros y de ahorro y en donde la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros ha alertado a los ahorradores sobre la existencia de empresas o instituciones sin autorización para captar ahorro, a fin de evitar que la población sea rehén de la defraudación. A pesar de ello, son miles los poblanos afectados que aportaron cientos de miles de pesos confiando en la buena fe de estas empresas, principalmente afectándose a campesinos y comerciantes sin que las autoridades estatales hagan algo al respecto para e

Es nuestro momento.

El 19 de Septiembre marca ya un antes y un después para comprender la dimensión de la movilización social y la acción colectiva orientada a las virtudes humanitarias de la unidad, la sinergia y el sentido de solidaridad. La juventud despertó de su letargo, se remango las mangas y salió del aislamiento y comodidad de sus redes sociales para levantar a México de entre los escombros y darle un suspiro de esperanza. La tarde del 19 de septiembre llamó a la unidad y a la movilización juvenil ante la desgracia, su liderazgo ha sido el principal factor para que la tragedia no escalara a dimensiones insospechadas. La juventud maximizó su talento y, su fortaleza se convirtió en la entereza que tendió la mano al desvalido para brindarle consuelo. Un movimiento diferente por sus compontes, alimentado por el hastió y cansancio hacia nuestra torpe clase gobernante, deja de lado la hipótesis de tener una generación perdida, subestimada entre la crisis de la realidad y las ex