Luego de la vista del Primer Mandatario Felipe Calderón Hinojosa a la zona metropolitana de Puebla, quien aprovecho su estadía en para replantear la imagen de un gobernante cercano con la gente, preocupado por el sentir ciudadano y comprometido con una agenda gubernamental muy nutrida, tal y como lo dejó constatado en la reunión que sostuvo con micro empresarios poblanos, el cual será transmitido en próximos días, Felipe Calderón se dio tiempo para felicitar al candidato Rafael Moreno Valle y exhortarlo a no bajar la guardia en contra el PRI para lograr la alternancia en la entidad poblana; el PAN cierra esta semana una alianza poco clara en cuanto a contenidos y efectividad electoral.
El pragmatismo de la misma obliga a ser cautos y darle una correcta lectura al sentir y actuar de los poblanos, principalmente de esta ciudad capital, ya que éstos al parecer no comparten la misma opinión que según los dirigentes de los partidos que conforman la alianza “Compromiso con Puebla” los poblanos tiene de la combinación del agua y el aceite.
Para ser más claros, me parece que Acción Nacional no consideró íntegramente la enorme posibilidad de que haya un voto de castigo el próximo 4 de julio como resultado del descontento ciudadano a esta emulación de aparente democracia y que incluso, su alianza con los partidos que públicamente desconocen la autoridad del primer mandatario, no sea tan saludable – en términos electorales – como supuestamente la han planteado los hoy demócratas albiazules.
Cuánto vale pues la alianza electoral, si consideramos que el potencial de votos efectivos de los mini partidos no es suficiente para darle la vuelta al PRI en la elección constitucional. De ahí la simulación de abanderara las causas ciudadanas para generar una nueva expectativa con la candidatura de la empresaria Amy Camacho, quien podrá tener un grado de conocimiento y respeto muy alto en la ciudad de Puebla, pero que cuya habilidad gerencial de un zoológico no se compara en nada con las habilidades y conocimiento que debe tener quien aspire a gobernar la jungla de asfalto. Por tanto, las ideas demócratas de los nuevos paladines de la alternancia en Puebla, vez de ganar simpatías lo único que están logrando es generar un sentir de mayor apatía hacia la jornada electoral y una división ideológica hacia el interior del PAN que podrá ser muy perjudicial en un futuro muy próximo y que ya reflejando las primeras bajas. Queda claro con ello que el análisis y estrategia de Acción Nacional puede llevarlos nuevamente a una hecatombe electoral de no recomponer el escenario ciudadano, de ver a esta contienda electoral con formulas y estrategias diferentes, por ver que el llevar a una supuesta ciudadana que no tiene mayor interés que ser alcaldesa – según lo ha manifestado ella misma, no repetirá la misma fórmula de éxito que utilizó el PRI en Yucatán y Puebla hace un par de años abanderando a las mujeres.
Me parece claro que los escenarios y ciudadanos son diferentes, Puebla no es Yucatán ni mucho menos Oaxaca. Por tanto no es ostensible continuar haciendo creer a los poblanos que los dados están cargados para abanderar a Amy Camacho e incluso aberrantemente a Enrique Doger como se ha manifestado a la prensa. El replanteamiento del tablero electoral es impostergable si es que de verdad Acción Nacional quiere seguir teniendo el concepto del partido leal al ciudadano y leal a la alternancia democrática como lo fue desde su fundación, y no la triste oposición simulada que hasta hoy es en Puebla.
Es evidente la falta de pericia y talante político del adalid del panismo poblano Juan Carlos Mondragón, quien tristemente sólo se deja manipular por los gurús del Comité Ejecutivo Nacional, para quienes Puebla, parece ser sólo una moneda de cambio electoral de cara al 2012, en vez de un estado con amplias posibilidades de ser gobernado por primera vez para sus siglas políticas. Estas son las contradicciones de un partido que no ha podido reencontrarse consigo mismo para encarar la alternancia.
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