México se encuentra en un punto de inflexión donde se abren dos alternativas, podemos tomar acuerdos para encaminar acciones inmediatas y lograr el objetivo común de tener un país más prospero o bien, seguimos perdiendo el tiempo en debates estériles sobre falsos dilemas. Pues sigue existiendo una realidad lacónica: “vivimos tiempos de demasiada convulsión política, de espectáculos bastante costosos y denigrantes para el país, en donde los actores en escena no han sido capaces – hasta hoy y luego de una alternancia – de comportarse al nivel mínimo exigido por los ciudadanos”; una vez más la inexperiencia y cerrazón de unos cuantos evidencia la ausencia de un nivel decoroso en nuestro Congreso, presa de grupos y políticos poco éticos y poco profesionales.
Acontecimientos como los protagonizados hace algunos días en la cámara de diputados por el líder del Partido Acción Nacional Cesar Nava y la camarilla de legisladores tutelada por Doña Beatriz Paredes para apuntalar a su gallo a la presidencia en 2012, es reflejo de un sistema político que se resiste a evolucionar y, cuya composición es resultado de favores y prebendas partidistas más que de una democracia eficiente, de ahí que la negociación y construcción de acuerdos entre las principales fuerzas políticas del país se sustente en la corrupción, la simulación y la hegemonía del poder por el poder.
Las tensiones y dificultades producto de la polarización que padece el sistema político mexicano es insostenible y tiene consecuencias lamentables, pero más lamentable es aún la realidad del priismo en su lucha interna por la candidatura presidencial y su resistencia a evolucionar y aprobar la reforma política que ésta ya en la mesa de discusión a fin de no perder su hegemonía y mantener un poder legislativo técnicamente débil e incompetente, afianzado en la cultura de la meritocracia, entendida esta como el único incentivo institucionalizado de colocación de una clase política propia de un museo nacional de paleontología, el cual ahora quiere hacer cree al ciudadano, para el caso de Puebla, que su fuerza ésta en la cultura del snobismo juvenil reciclado en sus candidaturas a diputados locales.
Ante este penoso escenario, las consecuencias en las diez entidades que elegirán gobernadores y presidentes municipales de no contener sus efectos y pasar a los temas urgentes que el país requiere serán graves, pues la simulación de acuerdos para lograr gobernabilidad serán utilizados como argumentos tanto para un bando como para otro, sólo que en esta ocasión el balón está del lado de los ciudadanos quienes juzgaran al final si los prisitas tenían razón o si bien el PAN y sus alianzas son capaz de sacar al priísmo de las gubernaturas y enaltecer la expectativa de cambio en estados como Puebla.
EL FRABUYOSO DÍA
Será este sábado en que Acción Nacional elija a su candidato a la Presidencia Municipal, luego de que tal y como era de esperar el diputado con licencia mejor conocido en el medio como el “patrullero 777” incumpliera su palabra de declinar ante los claros resultados de la antipatía ciudadana hacia su persona. Toca el turno ahora al "Tigre" Humberto Aguilar Coronado por evitar a toda costa que el proceso sea viciado y manipulado por otra clase política que también se resiste a evolucionar.
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