La semana pasada hacía referencia en este espacio sobre los movimientos en el tablero de ajedrez del priismo de cara al cambio de su dirigencia estatal, en donde la balanza aún no se inclinada 100% por el delfín del marinismo, ya que para nadie es una especulación que dos serán los factores para definir al próximo dirigente estatal, por una lado el futuro político del actual mandatario Mario Marín, de quien mucho se especula su intención por buscar una curul en el senado de la república y, en segundo lugar, el juego de los interés reales o mejor dicho de los “grupos reales de poder” a nivel nacional, llámese Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes y Enrique Peña Nieto, de cara al 2012, quienes serán al final el fiel de la balanza por encima del - por todos bien conocido - consejo político a modo que ya da por hecho algo que aún está en la mesa de negociación. Ante este escenario agreguemos un dato más, la lucha partidista por la renovación de la dirigencia municipal, la cual será en verdad la lucha por el poder y el control de los grupos de poder a nivel local, una lucha que inicio ante la ausencia de poder y ante la línea de imposiciones que caracterizó al priismo en el último trienio, una lucha que abre ya, brechas irreconciliables y el replanteamiento de una nueva agenda política así como la pauta a una nueva clase política que podría ser capaz de cambiar la manera de hacer y entender la base de la organización y la participación ciudadana en la capital.
Bajo este escenario los dogeristas y los zavalistas inician la puja por conquistar espacios de poder, decisión e influencia, planteando una ruta de trabajo que tendrá entre sus prioridades darle un rostro nuevo y renovado al priismo, un rostro que reconcilie en vez de enfrentar, un rostro que sea capaz de recomponer el adverso escenario en donde hoy se ubican, para después entender el difícil papel que tendrán que jugar a partir del 1° de febrero del 2011 siendo un Parido de oposición que de no replantear su estrategia y programa electoral, podría convertirse sólo en el partido bisagra dentro del congreso y el cabildo capitalino.
Así tres nombres son los que se manejan ya para la sucesión del pragmático Carlos Meza Viveros: Pablo Fernández del Campo, Francisco Ramos Montaño e Iván Galindo Castillejos, dos de ellos legisladores, el primero local y el segundo federal, el segundo más identificado que el primero al grupo del Gobernador Marín por la estrecha relación con su primogénito, relación que entretejió las redes del grupo juvenil que desplazara al institucional Frente Juvenil y que desde el Instituto Poblano de la Juventud amalgamó una estructura que ganó espacios de poder y decisión dentro del priismo local; el primero de ellos Pablo Fernández, quizás, más curtido en experiencia, entendimiento y cordialidad de las relaciones de poder y, el tercero Iván Galindo, el único que ha hecho públicas sus intenciones de contender por la dirigencia local, identificado por su cercanía al ex presidente municipal Enrique Doger, más joven que los dos anteriores, no por ello menos experimentado en los temas político – electorales de la capital por los cargos que ha ocupado desde sus inicios en la vida partidista y, en cuyo discurso ha dejado en claro que busca una renovación efectiva y un Partido alejado de la demagogia y de la simulación, que como bien señalara la semana pasada fueron factores determinantes en la derrota electoral del 4 de julio.
Estos son los perfiles de una nueva clase política que ha entendido el papel que juegan hoy los jóvenes en la política local y nacional, necesarios para revitalizar a las organizaciones políticas y sociales, de no entender lo contrario los políticos estarán empantanados en una realidad que los supera, dado que la competencia y las elecciones no son la panacea.
Bajo este escenario los dogeristas y los zavalistas inician la puja por conquistar espacios de poder, decisión e influencia, planteando una ruta de trabajo que tendrá entre sus prioridades darle un rostro nuevo y renovado al priismo, un rostro que reconcilie en vez de enfrentar, un rostro que sea capaz de recomponer el adverso escenario en donde hoy se ubican, para después entender el difícil papel que tendrán que jugar a partir del 1° de febrero del 2011 siendo un Parido de oposición que de no replantear su estrategia y programa electoral, podría convertirse sólo en el partido bisagra dentro del congreso y el cabildo capitalino.
Así tres nombres son los que se manejan ya para la sucesión del pragmático Carlos Meza Viveros: Pablo Fernández del Campo, Francisco Ramos Montaño e Iván Galindo Castillejos, dos de ellos legisladores, el primero local y el segundo federal, el segundo más identificado que el primero al grupo del Gobernador Marín por la estrecha relación con su primogénito, relación que entretejió las redes del grupo juvenil que desplazara al institucional Frente Juvenil y que desde el Instituto Poblano de la Juventud amalgamó una estructura que ganó espacios de poder y decisión dentro del priismo local; el primero de ellos Pablo Fernández, quizás, más curtido en experiencia, entendimiento y cordialidad de las relaciones de poder y, el tercero Iván Galindo, el único que ha hecho públicas sus intenciones de contender por la dirigencia local, identificado por su cercanía al ex presidente municipal Enrique Doger, más joven que los dos anteriores, no por ello menos experimentado en los temas político – electorales de la capital por los cargos que ha ocupado desde sus inicios en la vida partidista y, en cuyo discurso ha dejado en claro que busca una renovación efectiva y un Partido alejado de la demagogia y de la simulación, que como bien señalara la semana pasada fueron factores determinantes en la derrota electoral del 4 de julio.
Estos son los perfiles de una nueva clase política que ha entendido el papel que juegan hoy los jóvenes en la política local y nacional, necesarios para revitalizar a las organizaciones políticas y sociales, de no entender lo contrario los políticos estarán empantanados en una realidad que los supera, dado que la competencia y las elecciones no son la panacea.
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