Un tema siempre recurrente en la política es el tema de la juventud, ello debido a que este sector de la población ha alcanzado sus máximos históricos y representa electoralmente una fuerza nada despreciable, no obstante ello, el discurso pareciera ser sólo una falacia programática en cada sexenio, sin que las acciones de gobierno redunden en políticas efectivas que atiendan la diversidad de inquietudes que los jóvenes tienen (discriminación, violencia, represión, adicciones, subrepresentación en distintos espacios, escasez de opciones laborales), sobre todos si consideramos a los 7 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, y la inquietante realidad de que la juventud hoy en día, como bien lo expresara Carlos Fuentes, ha sido seducida por la violencia en este país. Aunado a ello agregue usted la falta de interés siempre creciente y conformismo a nivel global de este sector en los asuntos públicos, en particular en el quehacer gubernamental lo que arroja una baja participación de los jóvenes en las jornadas electorales, ello quizás sea la razón de movilizar al voto en Cataluña bajo el argumento de comparar al voto como un placer orgásmico a fin de llamar la atención del electorado más joven.
Esta lamentable situación de la que no somos ajenos, nos conmina a la reflexión de qué debemos esperar de los políticos en Puebla para este sector y más aún, cuánto debemos esperar los jóvenes poblanos para que se maximice nuestra energía y sea en verdad considerado nuestro talento para cambiar paradigmas ante una política agotada y que ha fracasado en la incorporación de este sector a la vida adulta. Pues esta visión maniquea de seguir considerando a la juventud como un sector vulnerable en las políticas de desarrollo humano pone en entredicho la capacidad del Estado para fomentar el desarrollo de talentos juveniles para luego incorporarlos a la toma de decisiones bajo una óptica integral que fomente la participación decidida de este sector en la solución de los problemas que les son comunes. Bajo este contexto fue convocado el Foro denominado “Es hora de cambiar”, organizado por las organizaciones Alianza y Puebla Joven encabezadas respectivamente por René Fujiwara y Milthon Fregoso, el primero neto de la octogenaria líder magisterial Elba Ester Gordillo y este último quien se perfila será el próximo Director del Instituto Poblano de la Juventud en la era morenovallista tal como lo adelantará acertadamente la semana pasada Rodolfo Ruiz en su columna “La Corte de los Milagros”, sobre todo por su capacidad operativa para sumar nuevos cuadros jóvenes de diferentes sectores y grupos políticos mismos que capitalizaron el triunfo electoral del pasado 4 de julio.
Bajo su batuta comienza el cambio de actitudes juveniles en puebla, con el análisis y discusión de temas que se agotaron lamentablemente por cuestiones didácticas sólo en una de las prioridades de la política juvenil “su calidad de vida”, sin embargo, este ejercicio de participación ciudadana que engalanara la presencia del Rector de la UNAM José Narro y el Gobernador Electo Rafael Moreno Valle, es un principio para definir cuáles serán las directrices institucionales de la política morenovallista para este sector, a fin de movilizar a los jóvenes poblanos para que vuelvan a creer y participar en la vida pública, viendo en los jóvenes la esperanza de un futuro más prometedor en donde sean participes e instrumento de cambio en una nueva generación del ejercicio del poder en Puebla.
Esta lamentable situación de la que no somos ajenos, nos conmina a la reflexión de qué debemos esperar de los políticos en Puebla para este sector y más aún, cuánto debemos esperar los jóvenes poblanos para que se maximice nuestra energía y sea en verdad considerado nuestro talento para cambiar paradigmas ante una política agotada y que ha fracasado en la incorporación de este sector a la vida adulta. Pues esta visión maniquea de seguir considerando a la juventud como un sector vulnerable en las políticas de desarrollo humano pone en entredicho la capacidad del Estado para fomentar el desarrollo de talentos juveniles para luego incorporarlos a la toma de decisiones bajo una óptica integral que fomente la participación decidida de este sector en la solución de los problemas que les son comunes. Bajo este contexto fue convocado el Foro denominado “Es hora de cambiar”, organizado por las organizaciones Alianza y Puebla Joven encabezadas respectivamente por René Fujiwara y Milthon Fregoso, el primero neto de la octogenaria líder magisterial Elba Ester Gordillo y este último quien se perfila será el próximo Director del Instituto Poblano de la Juventud en la era morenovallista tal como lo adelantará acertadamente la semana pasada Rodolfo Ruiz en su columna “La Corte de los Milagros”, sobre todo por su capacidad operativa para sumar nuevos cuadros jóvenes de diferentes sectores y grupos políticos mismos que capitalizaron el triunfo electoral del pasado 4 de julio.
Bajo su batuta comienza el cambio de actitudes juveniles en puebla, con el análisis y discusión de temas que se agotaron lamentablemente por cuestiones didácticas sólo en una de las prioridades de la política juvenil “su calidad de vida”, sin embargo, este ejercicio de participación ciudadana que engalanara la presencia del Rector de la UNAM José Narro y el Gobernador Electo Rafael Moreno Valle, es un principio para definir cuáles serán las directrices institucionales de la política morenovallista para este sector, a fin de movilizar a los jóvenes poblanos para que vuelvan a creer y participar en la vida pública, viendo en los jóvenes la esperanza de un futuro más prometedor en donde sean participes e instrumento de cambio en una nueva generación del ejercicio del poder en Puebla.
Comentarios
Publicar un comentario