Ha iniciado la guerra electoral rumbo al 2012, los tiempos electorales han obligado a los principales líderes políticos del país iniciar el análisis y delinear sus estrategias rumbo a la contienda presidencial. Cada élite política comienza a mover sus piezas en el tablero electoral, la prensa juega con estos y hace sus apuestas para perfilar a sus favoritos. El Presidente Calderón haciendo su propio juego se convierte en líder de partido y dicta un discurso incendiario para evitar el retroceso en 2012 durante la celebración de diez años de alternancia en el poder, ello ha motivado el descontento de la oposición moviendo la agenda legislativa al grado de inhibir toda posibilidad de consenso y la construcción de acuerdos para sacar una reforma más profunda y trascendente para lo que falta de su sexenio.
Y es que a pesar de que el Presidente Calderón ha atacado agresivamente a las organizaciones de tráfico de drogas como su principal estrategia de gobierno, su lucha ha sido una lucha con la descoordinación de los servicios de seguridad y con reacios márgenes de violencia que han hecho vulnerable a las críticas a su gobierno. Ante este escenario, la política desnuda la condición humana y las batallas contra el narcotráfico se han convertido ya en batallas de papel, recrudeciendo posiciones en los medios de comunicación luego de las revelaciones periodísticas que publicara el semanario Proceso, declaraciones e investigaciones que han puesto de cabeza más de uno por la posible estrategia a inicios del calderonismo para pactar con los grupos de narcotraficantes, misma que fracaso y confronto aún más a los grupos delictivos para cerrar el mercado de la droga en las diferentes regiones del país dándole hegemonía a un solo caudillo “el Chapo” Guzmán; bajo esta misma dinámica la televisora más influyente Televisa se ha convertido en el aliado del régimen calderonista aunque en la práctica pareciera ser la vocera de gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, a quien busca posicionar hasta el cansancio.
No obstante este juego mediático, propio de una apertura a la libertad de expresión, me parece lamentable que las televisoras se apresten al linchamiento púbico para juzgar a medios independientes que de manera seria han abordado temas como el aborto, la pederastia, el derrumbe del aparato político, la decadencia de la iglesia, la corrupción a todos los niveles, el narcotráfico y la narcopolítica. Sobre todo más lamentable resulta criticar algo que ya parece es común en la política doméstica y ante un escenario colmado de corrupción y persecución contra todo aquello que es contrario a la moral política imperante.
Bajo esta guerra de declaraciones da inicio un nuevo matiz publicitario en el sinuoso camino rumbo al 2012, evidenciando con ello lo endeble que es nuestro sistema político ante el poder económico del narcotráfico y lo vulnerable que son los medios de comunicación ante el poder político.
Y es que a pesar de que el Presidente Calderón ha atacado agresivamente a las organizaciones de tráfico de drogas como su principal estrategia de gobierno, su lucha ha sido una lucha con la descoordinación de los servicios de seguridad y con reacios márgenes de violencia que han hecho vulnerable a las críticas a su gobierno. Ante este escenario, la política desnuda la condición humana y las batallas contra el narcotráfico se han convertido ya en batallas de papel, recrudeciendo posiciones en los medios de comunicación luego de las revelaciones periodísticas que publicara el semanario Proceso, declaraciones e investigaciones que han puesto de cabeza más de uno por la posible estrategia a inicios del calderonismo para pactar con los grupos de narcotraficantes, misma que fracaso y confronto aún más a los grupos delictivos para cerrar el mercado de la droga en las diferentes regiones del país dándole hegemonía a un solo caudillo “el Chapo” Guzmán; bajo esta misma dinámica la televisora más influyente Televisa se ha convertido en el aliado del régimen calderonista aunque en la práctica pareciera ser la vocera de gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, a quien busca posicionar hasta el cansancio.
No obstante este juego mediático, propio de una apertura a la libertad de expresión, me parece lamentable que las televisoras se apresten al linchamiento púbico para juzgar a medios independientes que de manera seria han abordado temas como el aborto, la pederastia, el derrumbe del aparato político, la decadencia de la iglesia, la corrupción a todos los niveles, el narcotráfico y la narcopolítica. Sobre todo más lamentable resulta criticar algo que ya parece es común en la política doméstica y ante un escenario colmado de corrupción y persecución contra todo aquello que es contrario a la moral política imperante.
Bajo esta guerra de declaraciones da inicio un nuevo matiz publicitario en el sinuoso camino rumbo al 2012, evidenciando con ello lo endeble que es nuestro sistema político ante el poder económico del narcotráfico y lo vulnerable que son los medios de comunicación ante el poder político.
Comentarios
Publicar un comentario