El eje vertebrador del poder judicial debe constituirse por el derecho del ciudadano a que se le imparta justicia imparcial. Triste contradicción para un poder con tan bajos resultados en la expedita aplicación de la ley. De poco sirve la rotación de funcionarios o el cambio intempestivo de caras, si éstas es vista por la sociedad como corrupta y sometida a intereses económicos, como lo evidencia la más reciente Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE 2014) publicada por INEGI. No es nada extraño afirmar que en las entrañas del justiciable poblano opera la corrupción piramidal, una suerte de pago o “retribución institucionalizada” para patentizar “los buenos oficios de secretarios y jueces”, práctica diaria y común entre aquellos que hemos vivido de cerca el litigio, misma que no se denuncia debido a acuerdos discrecionales que pocos o nadie se atrevería a evidenciar, generando así un pernicioso equilibrio. Salvo honrosas excepciones,
El titulo "En Esto Creo" - toma su nombre de la obra de Carlos Fuentes, como una respuesta lúcida y combativa a las acuciantes interrogaciones de la vida contemporánea, a partir de opiniones y reflexiones sobre diversos temas.